Cerro Campana
CERRO
CAMPANA
El mirador Cerro Campana se
encuentra en el distrito San Ignacio, en la provincia del mismo nombre, en el
departamento de Cajamarca.
UBICACIÓN:
El mirador Cerro Campana se
encuentra en el distrito San Ignacio, en la provincia del mismo nombre.
Cajamarca - Perú.
HORARIO DE
VISITA:
9:00 a.m. a 5 p.m.
TARIFAS
Ingreso libre
DESCRIPCIÓN
Se encuentra ubicado en la
cúspide del cerro Campana, en el caserío del mismo nombre, es una pequeña explanada de donde se tiene
dominio en 360º de todos los distritos que circundan a la ciudad de San
Ignacio. Se puede apreciar el valle del Chinchipe con sus múltiples matices de
verdes, así como el serpentear del río Chinchipe, también podemos apreciar toda
la ciudad de San Ignacio y el Noreste visualizamos diferentes parroquias
(caserios) del Ecuador.
La Municipalidad Provincial de
San Ignacio con el apoyo del fondo binacional ha construído un ambiente
multiusos, juegos recreativos haciendolo más receptivo. en la parte céntrica
del mirador, se encuentra un cráter que según la leyenda sería un tunel que
conecta a faical. En este lugar tambien se ubica una pequeña tienda que ofrece
la venta de artesanía.
El siguiente artículo busca
rescatar las leyendas, mitos y tradiciones por un pueblo que ha desarrollado
sus actividades socio culturales por años en las faldas de un hermoso mirador
natural turístico denominado “Cerro Campana”, y de quién hemos bebido el liquido
esencial de la vida tal como una madre alimenta a su infantes hasta que este
alcanza la madures natural. Considerando que el mito, leyenda, creencias
populares, etc. forman parte del folklore y sus géneros; se aplica un estudio
etnográfico cualitativo teniendo como resultado las narrativas que se han
difundido oralmente por generaciones, y alcanzando conclusiones que orienten a
fortalecer el atractivo turístico e identidad cultural de este pueblo.
INTRODUCCIÓN:
El Cerro Campana (fig. 1)
nombre que recibe por su caprichosa forma natural parecido a una campana, y que
en su parte superior se puede apreciar la “apariencia de una mujer majestuosa
sentada sobre el sillón” (Municipalidad San Ignacio, 2010). Este cerro se encuentra ubicado al norte de la
provincia San Ignacio del departamento Cajamarca (fig. 2), rodeado por los
pueblos (caserillos) Campana, Marizahua, Santa Rosa, Huangari, y Mandinga. El acceso al cerro campana puede ser a
pie, aproximadamente dos horas de camita
o treinta minutos en movilidad.
Desde la cima del cerro se
aprecia la acogedora ciudad de San Ignacio, un hermoso paisaje natural formado
por el serpenteante río Chinchipe, los farallones de Faical, majestuosos cerros
y montañas que parecen elevarse
en una actitud desafiante al
mismo Campana, además podemos
ver distritos y caserillos aledaños a la provincia, así como algunos pueblos
del cantón Zumba de la provincia Zamora Chinchipe Ecuador (fig.3). El cerro
actualmente se encuentra reforestado por frondosos pinos, hermosas orquídeas
naturales que embellecen el paisaje, adecuado con juegos recreativos, búngalos,
ventas de artesanía y comidas típicas. De las faldas del cerro se desprenden
manantiales de agua cristalina de quién se extraen para la agricultura, y ha
servido de suministro de agua potable a la provincia, razón por la cuál se cree
que este cerro es un volcán de agua inactivo
(fig.4).
Los mitos y leyendas que
rodean a este cerro hace más interesante y atractivo su visita; un campo de
acción donde aplicar investigación etnográfica, por lo tanto la pregunta que se constituye como un faro
orientador de la presente investigación es la de ¿Qué mitos, leyendas y
tradiciones hacen de este hermoso mirador natural un atractivo turístico, como
un referente importante de identidad cultural?
Para determinar correctamente
que es un mito, o una leyenda es importante identificar en que ámbito cultura
se clasifican, al respecto William g. Thorns (1846):
publicó en la revista
londinense “atheneum” una carta en la que por primera vez usó el término
“folclore”.
Este termino era una palabra
que había creado con la unión de dos voces inglesas: folk (pueblo) y lore
(saber) para referirse a todas las manifestaciones ancestrales de las cultura
del mundo que sobreviven hasta la actualidad;
es
decir a la sabiduría, artes,
música y costumbres del pueblo transmitida de padres a hijos desde tiempos
inmemoriales, la cual nos permite identificarnos como una nación.
Por lo tanto se entiende como
folclor el conjunto de leyendas,
mitos, costumbres, bailes, supersticiones, etc. como expresión de la cultura de
un pueblo. Según Carvalho Netto (s.f) clasifica al folclore en seis clase y uno
de ellos es el “folclore narrativo”, aquí ubica a las leyendas y mitos.
Por otro lado las leyendas y
mitos presentan sus propia definiciones y características. El diccionario de la
Real Academia Española (2001, 22.a) define a Mito como
“Narración maravillosa situada fuera del tiempo histórico y protagonizada por
personajes de carácter divino o
heroico. Con frecuencia
interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad” ; y Leyenda
como “Relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos
que de históricos o verdaderos”
Para Levi-Strauss (2001, 226
p.) el mito es la narración de una historia, es una anécdota y señala que “a
diferencia de los poemas, los mitos se dejan traducir bien”. Otros autores
también identifican al mito como una
simbología que “pretende dar una explicación divina del origen, existencia y
desarrollo de una civilización” (Mitos y Leyendas, 2014).
Debido a las pequeñas
variantes que se presentan entre unos mitos y otros, algunos autores han podido
establecer criterios para clasificar y así poder entender las diversas formas
que el mito adopta;
Orlando Vallejo (2008, p. 69)
señala cinco tipos de mitos según su contenido:
Mitos teogónicos: tienen como objetivo explicar el origen de los
dioses […]
Mitos cosmogónicos: [...] desde el punto de vista mítico, el mundo
existe por que ha sido creado por uno o varios dioses […]
Mitos etiológicos: se refiere
[…] al porqué de algunas instituciones –el matrimonio, las herramientas,
las prácticas sociales, por ejemplo- que se consideran fundamentales para la
vida en comunidad.
Mitos escatológicos: […] Se refiere al fin del mundo, ya por la vía
del agua, ya por la del fuego, ya por cualquier catástrofe de proporciones
devastadoras provocada por los dioses
para castigar a los hombres que los han desobedecido.
Mitos morales: La función principal de los mitos morales o
jurídicos es fijar las reglas de comportamiento de la comunidad. En el plano
moral por lo común estas se plantean en términos de la lucha entre el bien y el
mal.
El hecho que detalle estas
clasificaciones me permiten
identificar lo mitos que se narran entorno al
trabajo investigativo y así tal ves entender que es lo que pretendían
transmitirnos oralmente nuestros antepasados.
Con la finalidad de encontrar
respuesta a la pregunta eje de la investigación, se llevo acabo el enfoque de
investigación cualitativa, aplicando en el campo las técnicas de la
observación, entrevistas no estructuras, siendo el diario de campo y los instrumentos
audiovisuales los medios para la recolección de datos. Para tal fue necesario
trasladarnos a la provincia San Ignacio y visitar el Cerro Campana y sus
caseríos que lo rodean para obtener de los moradores sus narrativas así como la
narrativa principal del guía turístico el que radica mas de 10 años en la cima
del cerro, propietario del centro turístico, propiedad obtenida como herencia
de sus padres tal como lo narra el mismo en las entrevistas. Datos que detallo
a continuación como resultados de la investigación.
RESULTADOS:
Habiendo recorrido un trayecto
de 30 minutos en motocicleta, desde la ciudad San Ignacio hacia el cerro
Campana nos adentramos, poco a poco en la diversidad de la fauna y flora que
rodea al cerro (fig. 5), por un sendero de tierra firme y lodo, bordeado por hermosos pinos que se elevan
imponentes hacia un cielo gris. El día
de la visita al cerro no tuvimos la suerte de encontrar un clima propicio para
poder disfrutar en su esplendor los
paisajes maravillosos que se observan desde la cima, y como dirían los mismos
pobladores, “el cerro no se quiso abrir para nosotros”, ya que una densa
neblina cubría y ocultaba los paisajes naturales.
En el trayecto me encuentro
con el señor Juan Rivera Ticleahuanca (fig. 6) un morador que radica por muchos
años cerca al campana, quién entre vagos recuerdos me brinda las primeras
narraciones que se entretejen entorno a este misterioso cerro, del quién dice,
“qué en el cerro campana hay oro, y que ahí hay un toro de oro, que es un
encanto vivo, nadie lo puede sacar de ahí”. Con estas primeros relatos
continuamos nuestro trayecto con la expectativa de seguir recabando datos que
me ayuden a identificar aquellas leyendas y mitos.
En la finalidad de obtener
narraciones de diversas perspectivas, nos detenemos una vez más en el trayecto, en esta ocasión
nuestro informante es el joven José Manuel Quintana (fig. 7), quién con un poco
de timidez nos cuenta haber escuchado decir a la gente “qué en semana santa
aparece una vieja que se sienta en una piedra fea y quienes la ven se asustan
mucho” además nos relató “qué al pie del cerro hay una pequeña laguna formada por una chorrera de agua, y
que ahí sale una pata con sus patitos de oro, y que si alguien intenta
seguirlos pierden la cordura”. Partí nuevamente con optimismo ya que sentía que
íbamos por buen camino y que las narrativas entre uno y otro tenían mucho en común.
Finalmente llegamos a la cima
del cerro, nos recibió una densa neblina, el frío húmedo envolvía nuestros
rostros; con la expectativa de que aclarase nos encaminamos hacía la parte
céntrica del cerro, como dicen los pobladores a “la loma”, es aquí donde
encontramos uno de los motivos del origen de algunos mitos o leyendas, un
cráter de aproximado dos metros y medio de diámetro (fig. 8), también existen
búngalows y otros atractivos turísticos y místicos.
Aquí encontramos al señor
Armíl García García (fig. 9) dueño del centro turísticos ubicado en la parte
oeste del cerro, sirve como guía a los visitantes del cerro, narrándoles las
leyendas y mitos, así también realiza un recorrido por sus plantaciones de pinos,
huacas, y una habitación donde exhibe algunos objetos encontrados en el cerro o
sus alrededores, entre ellos artesanía de los Faical antigua tribu nativa que
habitaron en
estos territorios, también
unas conchas de moluscos petrificados, piedras especiales y otros.
El señor Armil nos invita ha
recorrer el ambiente y sus atractivos, en el camino nos narra uno a uno los
mitos y leyendas que se han transmitido por
generaciones entre los
moradores san ignacinos.
Mientras comienza su primera
narración una sensación de temor y
curiosidad recorren mi cuerpo, por
que sus narraciones evocan mis recuerdos de infancia, cuando nuestros
familiares se sentaban a la luz tenue de una lámpara de queroseno, a contar
sucesos increíbles, cuentos, leyendas, mitos o tal ves realidades que les ocurría o escuchaban cuando caminaban por
estos lares.
Aunque los
relatos contados por
Armil y
corroborados por otros moradores de los alrededores del cerro no tienen una
estructura especifica, he tratado de organizarlos en mitos y leyendas, teniendo
en cuenta las características que hacen diferentes un tipo de otro, en el caso
de los mitos considero que el tipo de mito que se narran a continuación son del
tipo mitos morales:
Mito del antiguo pueblo:
Cuentan que antiguamente los
pobladores que vivían al frente del cerro
en Faical venían a celebrar al cerro Campana la fiesta de la Casualidad; la
fiesta de la Casualidad era un evento tan importante para los pobladores de ese
tiempo, algunos de ellos vivían del otro lado del río Chinchipe, todos los
pobladores se unían en esta fiesta. Sin embargo con el pasar del tiempo esta
fiesta se convirtió en una fiesta muy pagana donde la gente bailaba sin
reparo alguno ya desnudos, se casaba entre varones, mujeres entre mujeres
entonces Dios ya no pudo con este pueblo, mando un día un terremoto a este
pueblo. Para los sobrevivientes que no habían participado de esto no lo
llamaban como un castigo de Dios sino un encantamiento. Algunas personas
importantes que venían a la fiesta de la casualidad les alcanzo el
encantamiento en la subida al cerro, por eso en la parte baja del cerro hacia el poblado de
Mandinga se encuentra a la vieja, el cura, convertidos en piedras.
Narrado por
Armil García.
Mito el Túnel del cerro Campana
Dicen que en la cima del cerro
existe un túnel que conecta al cerro Campana y el cerro Faical. A través de
este se desplazaban los pobladores antiguos para asistir a la fiesta de la
Casualidad que se celebraban en el cerro.
Además cuentan que este
también sufrió un encantamiento, por eso de este se escuchan voces de personas
que quedaron encantados cuando fueron detrás de algún objeto de oro que vieron
salir del túnel y este se los trago.
Cuenta el señor Néstor Flores
un morador que habita mas de 50 años en el poblado de Guangarí que ahí “había
un hombre Melitón Alberca que por ahí se había metido con su linterna e iba
bajando dando vueltas en forma de caracol, y ahí encontró unas vigas de oro”.
Narrado por
Armil García y Néstor Flores
Leyenda La vieja
Cuenta la leyenda que una
vieja con un niño en brazos subía el cerro Campana para celebrar la fiesta de
la casualidad, mientras subía fue encantada en una piedra, dicen que hubo un tiempo que esta vieja arrojaba
rocas hacia el camino que une Huangarí con San Ignacio imposibilitando que las
personas cruzaran por ese lugar en ciertas horas del día especialmente al
anochecer, razón por el cual algunos moradores tuvieron que realizarle ofrendas.
Narración
popular
Leyenda el Toro de oro
Cuenta la leyenda que para
semana santa del túnel ubicado en la parte superior del cerro salía un toro de
oro arrastrando una gran cadena y que desde ahí se desplazaba bramando hacía el
río Chinchipe, y en su paso destrozaba arboles, arrastraba rocas. Muchos
pobladores intentaron cogerlo pero terminaban muertos o locos por que este era
un encantamiento.
Narración
popular
Leyenda de los patitos de oro
Cuenta la leyenda que en la
parte baja del cerro hay una laguna formado por una gran chorrea de agua que
cae del cerro campana y que de vez en cuando aquí nadan unos patitos de oro y
si alguien ganado por la ambición trata de atraparlos perdían la razón.
Narración
popular
Leyenda del Cerro Campana
Los pobladores cuentan que en
tiempos inmemorables, existía en el cerro Campana una hermosa ciudad cuyos
habitantes se enemistaron con el jefe de otra tribu, cierto día se levantaron
todos ellos contra la tribu enemiga.
El jefe de ésta tribu estaba
herido y en su amor propio, viajo a la sierra, donde contrató un brujo, con el
que hizo encantar a todos sus atacantes y al mismo cerro, que quedó convertido
en laguna mientras sus habitantes fueron transformados en rocas.
La gente que caminaba al
caserío Huangari cuentan que, al pasar por el cerro campana en día jueves o
viernes Santo, escuchan el tañido de una campana el canto de gallos y, de vez
en cuando las melodías de una banda de músicos.
Estos son algunos mitos y
leyendas que envuelven a este misterioso cerro y también a la ciudad San
Ignacio.
Antes de terminar este
recorrido el Señor Armil nos muestra sus huacas misteriosas (fig. 10) ubicadas
en la parte baja del cerro del cual también se desprenden otros mitos y
leyendas, el nos dice que estas huacas son milagrosas, unas son para el amor y
otras para el dinero, y que la gente cada cierto tiempo descienden hacía ahí
para realizar sus ofrendas. Exactamente no hay datos de cuando y quién labró
estas figuras en las piedras, Armil solo atina a decirnos que fueron parte del
encantamiento de las personas que se dirigían a la fiesta de la Casualidad.
A medida que nos retiramos del
cerro, este comienza a despejarse, permitiéndonos ver a los lejos su esplendor
y su imponencia ante los demás cerros que lo rodean; y como que en son burlón,
nos dice que es mejor visitarlo y escuchar los relatos in situ, que difundirlo
de la manera que pienso hacerlo, pues siempre estará abierto para quienes lo
visiten con el interés de disfrutarlo como un “mirador natural turístico”.
HISTORIA
DE SAN IGNACIO
San Ignacio en sus inicios fue
una zona geográfica poblada por las tribus: Huaros (Zona del distrito de
Huarango) Chirinos (a la frontera con Ecuador) Huambisas y Aguarunas (distrito
de San José de Lourdes y Huarango) y los Pakamuros ( a orillas del río
Chinchipe e igualmente tuvo influencia de las culturas Mochica y Chimú, como lo
testimonian los vestigios de restos arqueológicos de Ihuamaca, San Martín,
Faical, Huaquillas (San Ignacio)Perico, Chulucama, Chulalapa, La Palma,
Lambayeque (distrito de Huarango) Carmen Cautivo, Cerro Campana, Radiopampa,
Unión las Minas (distrito de Tabaconas).
Los antiguos pobladores
vivieron en estado primitivo, eran nómades, se dedicaban a la caza, la pesca, y
a la recolección de frutos para ser utilizados en la alimentación. La antigua
población de San Ignacio se formó en el lugar denominado Barbascal; siendo el
primer pueblo ubicado a orillas del Río Chirinos o Miraflores que fue bautizado
por el Capitán Español don Juan de Porcel Padilla, con el nombre de Santa
Águeda; cercano a este lugar se encuentra aun los cimientos de la primera
iglesia a orillas de la quebrada de cortamari.
Posteriormente se ubicaron en Pomaca
(hoy lateros) a orillas del río Chinchipe. Pero como el clima era muy caluroso
y frecuentemente se enfermaban, optaron por trasladarse tomando la altura hacia
el norte al sitio conocido con el nombre de CORACUCHOS (cerca del actual pueblo
de San José de Lourdes).
Otros emigraron a las
cercanías de la actual ciudad San Ignacio, la Huamba y la Cruz en este último
lugar se construyó la segunda iglesia, la misma que según leyenda, la quemó el
patrón de San Ignacio de Loyola, teniéndose que construir la tercera iglesia de
la actual plaza de armas de la misma que cayó con el terremoto del 14 de Mayo
de 1928.
Relata la historia que el inca
Tupac Yupanqui emprendió la conquista de los Pakamuros con el ejército de
10,000; pero al no lograr su objetivo, ordenó la retirada, lo que queda
demostrado que no fueron conquistados los bravos indios pintados de rojo, por
su gran valor y estrategia de guerra.
San Ignacio fue fundado por el
capitán español don Juan de Salinas Loyola en el año 1557. Aproximadamente en
el año 1646 llegaron a este lugar los misioneros jesuitas Gaspar Cujía y Lucas
de la Cueva con quienes se inicio una nueva vida y en esta oportunidad
decidieron cambiar el nombre del pueblo y el lugar de San Ignacio de Loyola en
homenaje al fundador de la Compañía de Jesús y a su fundador el capitán don
Juan Salinas de Loyola.
San Ignacio fue parte de la
gobernación de Jaén de Bracamoros y durante la gesta emancipadora un 04 de
Junio de 1821, reunidos en cabildo abierto el pueblo de Jaén, con la asistencia
de los representantes de las alcaldías mayores de Colasay, Chirinos, Tomependa
(Bellavista Viejo) y de la Alcaldía Menor de San Ignacio proclaman su
independencia de Quito comunicando este hecho al intendente de Trujillo el
Márquez de la Torre Tagle. Posteriormente la Alcaldía Menor de San Ignacio
proclaman su independencia el 16 de Septiembre de 1821.
En 1926, se iniciaron las
gestiones para la creación de la provincia de San Ignacio para cuyo efecto se
habia asignado una comisión para el viaje a Lima; la misma que estuvo
conformada por el padre don Juan Cabrera Arias, Donovan Bartolini Rangel,
Manuel Adrianzen Huamán y Luís Soto Sueldo, quienes se presentaron ante la
junta militar de gobierno presidida por el general de División Ricardo Pérez
Godoy.
San Ignacio fue creado primero
como distrito por Ley del 02 de Enero de 1857 por el Mariscal don Ramón
Castilla. Luego es elevada al rango de ciudad por Ley Nº 10027 del 14 de
noviembre de 1944. El 12 de Mayo de 1965, se crea la Provincia de San Ignacio
por ley Nº 15560, es promulgada por el Presidente de la República de aquel
entonces Arq. Fernando Belaunde Terry, creándose con la misma ley la Sub
Prefectura, Juzgado de Primera Instancia y Juzgado de Instrucción, Agencia
Fiscal y la supervisión Provincial de Educación.
Desde la década de 1960 al
2000 su crecimiento poblacional y la producción agrícola ha sido intensa. En
1975 el asfaltado de la Vía Chamaya-Jaén-San Ignacio, constituyó medida
estratégica para su integración y desarrollo lo que dio gran auge a la
expansión urbana de su capital y la modernización de sus servicios. Otro gran
paso es la apertura de la frontera y la implementación del IV Eje Vial que
convertirá a San Ignacio en punto de confluencia e integración fronteriza.
Es así que San Ignacio se proyecta
a ser una ciudad próspera y que crecerá en gran medida ya que se viene
trabajando para llegar a ser una provincia fronteriza líder en turismo, en
ecología y en producción agrícola.
CONCLUSIONES:
Al escuchar los relatos uno no
puede dejar de sentir el misticismo que envuelven las narraciones y aun más
cuando estamos en contacto directo con el entorno o fuente desde donde se
desprenden los mitos y leyendas.
Organizar los relatos
clasificándolos por sus características nos permite identificar mejor la fuente
de origen, el mensaje del relato y cuál es la enseñanza. En el caso de los
mitos, es bien claro darnos cuenta que el narrador busca que entendamos la
lección que del mito emana, por ejemplo en el relato “Mito del antiguo pueblo”,
es claro concluir que demasiado libertinaje es malo y que tarde o temprano
recibiremos castigo por nuestros malos actos. En el caso del segundo mito, lo
que pretende decirnos el narrador es que la ambición por lo material es malo,
puede incluso llevarnos a perder la vida.
Considero importante que los
relatos no deben perderse, estos tienen que difundirse por diferentes medios, y
que además contribuye al atractivo turístico y cultural de un pueblo, por lo
que se debe encontrar formas de conservarlos en sus orígenes y en sus
variantes.
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